Formación y evaluación entre las claves para la gestión del voluntariado corporativo por parte de las entidades sociales
Tras un primer post sobre los datos más relevantes del último informe del Observatorio de Voluntariado Corporativo, hoy nos centraremos en las ONG. Un primer dato esclarecedor es que las ONG cada vez adquieren un papel más activo en las actividades de voluntariado corporativo (en adelante, VC): el 41% de las actividades de VC son impulsadas por las ONG y el 22% de una manera mixta entre empresas y ONG.
A primera vista, parecería que estos datos ponen fin al debate sobre la postura escéptica de muchas ONG con respecto al voluntariado corporativo pero no se puede obviar que el 70% de las ONG participantes en Informe proceden de Iberoamérica, donde este debate ha sido mucho menor.
Según el estudio, las ONG son el principal socio estratégico para las empresas en sus programas de voluntariado y así lo consideran el 34% de las empresas encuestadas. También se indica cuáles son las razones de las empresas para elegir socio: la causa en la que trabajan (28%), su nivel de profesionalismo y reputación (24%), su conocimiento de la problemática social (17%) y por sugerencia de los voluntarios (14%).
Y también se preguntó a las empresas qué buscan en estos socios. Las respuestas fueron: conocimiento de la realidad social (27%), coordinación y seguimiento del Plan de Voluntariado (16%), diseño del Plan y metodología (16%), formación de voluntarios (13%)… Estas respuestas apuntan que las empresas buscan en estos socios conocimiento de la realidad social, un conocimiento que es normal que las empresas no tengan en sus equipos, pero también reclaman apoyo en la gestión de sus programas de voluntariado.
El apoyo en la gestión del VC que buscan las empresas puede ser una oportunidad para las ONG que sepan cómo aportar valor a esa gestión sin desviarse de sus fines y con prácticas que puedan integrarse en su día a día pero también puede ser una amenaza. ¿Por qué? Las empresas pueden solicitar a las ONG unos servicios de consultoría o de organización de eventos que las entidades sociales no sean capaces de desarrollar y se genere descontento en la colaboración o tensiones internas en las ONG por intentar hacer algo que les supere. Hay entidades sociales que sí han sabido aprovechar estas oportunidades aportando valor al sector empresarial a la vez que cumplen su misión.
Otro dato del Informe es que solo el 40% de las ONG ofrecen algún tipo de formación. Es cierto que muchas empresas no quieren la formación previa porque implica dedicar más tiempo a la actividad pero creemos que las ONG deben insistir en ofrecer esta formación inicial. ¿Por qué?
- Es una forma de mostrar su conocimiento sobre la realidad social en la que operan.
- Es una vía de poner en valor su actividad cotidiana.
- Puede generar una mayor relación con los empleados voluntarios.
- Se puede dar protagonismo a los usuarios de la ONG y que sean vistos de otra manera.
Algo similar sucede con la evaluación de las actividades: el 34% de las ONG no realiza ningún tipo de evaluación de sus actividades de VC mientras que el 30% mide la satisfacción de los voluntarios de las empresas y el 26% también evalúa el grado de satisfacción de los beneficiarios.
Si las empresas buscan seguimiento de sus planes de voluntariado y de su metodología, las ONG podrían reforzar su aportación de valor evaluando las actividades de VC. Más allá de la evaluación inmediata de la actividad (satisfacción, horas de voluntariado, número de beneficiarios), se puede realizar una evaluación unos meses después sobre cómo va el proyecto donde participó la empresas y qué logros se van obteniendo. Además, esta nueva evaluación servirá como un nuevo punto de contacto con la empresa que podrá fortalecer la relación.
Otros de los datos del Informe es que, hasta ahora, hay poca conexión entre las actividades de voluntariado corporativo y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Dado que los ODS tienen su horizonte en el 2030 y que irán adquiriendo más peso en las agendas de las empresas, se abre una oportunidad para que las ONG puedan proponer actividades desde este enfoque. No se puede olvidar la iniciativa Impact 2030 que trata de aumentar el impacto del voluntariado corporativo en los ODS.
No se pueden olvidar las motivaciones de las ONG para adentrarse en el VC: financiación (27%), agregar valor social de manera asociativa (27%), voluntarios con habilidades específicas (16%) y conseguir más voluntarios (14%). La primera motivación, la de la financiación, puede ser difícil de cuadrar con lo que buscan las empresas ya que el 40% de las compañías encuestadas carecen de presupuesto para el voluntariado. Esta realidad anima a plantear el tema económico en las primeras conversaciones: posible coste de la actividad, qué tareas asumirá la empresa y la ONG, qué incentivos persigue cada parte…
Terminaremos esta serie de entrada en el blog sobre el Informe del Observatorio de Voluntariado Corporativo con un post dirigido específicamente a las empresas.