Con este post terminamos la serie de tres entradas en el blog dedicado al último informe del Observatorio de Voluntariado Corporativo
Aunque los datos de participación de los empleados no han crecido significativamente, parece que la gestión del voluntariado corporativo sí ha mejorado notablemente. Algunas muestras de esta mejora:
- Se ha avanzado en la formación sobre voluntariado a los empleados, ya que en 2011 el 33% de las empresas proporcionaba esta formación mientras que en 2015 ese dato alcanza el 56%
- El 63% de las empresas dispone de un plan de comunicación para su programa de voluntariado.
- Otro rasgo positivo es que el 42% de las empresas encuestadas cuenta con un plan de fidelización, práctica muy interesante para avanzar hacia voluntarios más comprometidos y con mayor dedicación.
- El 63% de las empresas evalúa sus resultados frente el 33% en el 2011. De las empresas que evalúan sus programas: el 43% evalúa resultados alcanzados, el 37% satisfacción y el 20% llega a evaluar los objetivos del programa de VC.
Pero estos datos aparentemente positivos no pueden ocultar otros datos de mayor calado. ¿Puede ser un proyecto estratégico en una empresa si no tiene asignado responsable? El 71% de los programas de voluntariado no cuenta con un responsable y, del 29% que sí tiene, el 60% le dedica un tiempo significativo y un 40% solo tiempo ocasional. En cuanto a la dotación económica, solo el 60% de las empresas cuenta con un presupuesto específico para su programa de voluntariado. A la vista de estos datos, escuchar que el voluntariado es estratégico en algunas empresas invita, como mínimo, a una sonrisa incrédula.
El informe dedica un capítulo final a los retos y recomendaciones, entre los dirigidos a las empresas, destacamos:
- La profesionalización de los equipos responsables de la gestión de VC.
- La apuesta por el entorno local e inmediato a la empresa.
- Asumir que el voluntariado corporativo requiere tiempo, tanto por las relaciones entre empresas y ONG como por los procesos personales de los voluntarios.
- La oportunidad que supone la conexión entre el VC y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
- Hacer más efectiva la contribución de la empresa: que cada empresa haga lo que mejor sepa hacer.
- La incorporación de las PYMES al VC.
- Un mayor compromiso estratégico.
También se dedica un apartado a los obstáculos internos que encuentran las empresas para el desarrollo del VC, donde destaca la falta de motivación de los voluntarios (36%) y la falta de capacidad de organización de las empresas (35%)
Planteamos una reflexión sobre el último reto, el del compromiso estratégico (que se repite en varias ocasiones la publicación) a la luz del principal obstáculo (la falta de motivación de los empleados). Se admite que las empresas tienen motivaciones internas o egoístas en el voluntariado corporativo junto a motivaciones externas o altruistas pero ¿y las motivaciones de los empleados? Si es el principal obstáculo es la falta de motivación de los empleados, igual sobra estrategia y falta psicología. Si la empresa ha decidido apostar estratégicamente por el voluntariado, igual hay que poner en el centro del programa al empleado con sus motivaciones e inquietudes.
En cuanto a los factores que favorecen el voluntariado, hay un triple empate con el 28% de las empresas que respondieron:
- Contar con un método adecuado
- Obtener un retorno para la empresa
- Contar con una ONG o un asesor especializado
Y, entre los factores de éxito, destacan el compromiso para trabajar con otras instituciones (un 69%) y una buena gestión y apoyo del área de gestión de personas (29%).
Terminamos con una frase de Spyderman “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad” que Iciar Lumbreras (Cooperación Internacional ONG) dirigió a las empresas en el acto de presentación del informe.
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